PSICOANALISIS
“Sólo puede ser
educador quien es capaz de compenetrarse por empatía con el alma infantil, y
nosotros los adultos no comprendemos a los niños porque hemos dejado de
comprender nuestra propia infancia”. Freud
Los adultos hemos
olvidado esos primeros años en los que se debe renunciar a la libertad de los
impulsos, para dar paso al ser humano como sujeto del lenguaje y la cultura, a
consecuencia de la prohibición y la represión, por la pena que causa separarse
de lo placentero, el educador deberá tener especial cuidado en la manera de
sofocar las pulsiones de los niños, y si bien dicha sofocación se constituye en
una de sus tareas, le corresponde poner especial cuidado en el modo de hacerlo,
ya que una intervención “violenta” o inflexible, podrá producir efectos
indeseados a causa de la imposibilidad de eliminar la pulsión misma y su
“gobierno” en el espacio de aprendizaje.
La
escuela como sistema de relaciones, se estructura alrededor de tres elementos
que la componen, a saber, quien enseña, los estudiantes y el saber enseñado,
siendo anudados por el interés primordial de lograr el aprendizaje. Así tenemos
que entre educador y saber ocurre una relación didáctica pues el principal
objetivo es hacer transmisible ese conocimiento. La relación entre aquel que
aprende y el saber la conocemos como relación de aprendizaje, y la relación
entre quien enseña y quien aprende.
El
discurso psicoanalítico brinda herramientas interesantes y eficaces a la hora
de proceder con el “otro" y sin duda sus planteamientos pueden ofrecernos
valiosas alternativas para una intervención pedagógica cuando en esta hay algo
que no marcha, sin olvidar que se debe partir de lo que se es y está, sin
pretender cambiar la realidad educativa sino más bien generar transformaciones
y movimientos en ésta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario